La paternidad supone vivir de una manera diferente y eso pasa, incluso, por aspectos que tienen que ver con nuestro sector. Tanto es así que podemos hablar tranquilamente de revestimientos a prueba de niños, un concepto por el cual nos preguntan a menudo y que supone, para nosotros, dos cosas: resistencia y seguridad.

 

¿Cómo debería ser un revestimiento a prueba de niños?

No importa si hablamos de revestir suelos, paredes u otras superficies. En todos los casos, como ya hemos adelantado, es esencial que los materiales escogidos sean capaces de resistir el maltrato que los más pequeños dan y que también sean seguros para ellos.

 

Resistencia: protección para el revestimiento

Por supuesto, la resistencia que se ofrece al recomendar uno u otro revestimiento va en función del uso que se le dé a este. No es lo mismo un suelo en el que viven personas adultas, que si es transitado por una gran familia, si viven mascotas o, en este caso, niños pequeños.

 

Seguridad: protección para los peques

Ni qué decir tiene que, aunque busquemos que nuestro hogar no se estropee, el que nuestros hijos estén seguros es mucho más importante. Por este motivo, no podemos optar por el suelo más duro que se haya fabricado en la historia sino que habrá que buscar que, además de resistir, sea flexible, con capacidad para absorber impactos, con el objetivo de que la caída de un niño no sea tan dura para él. Además, los materiales flexibles son más equilibrados en muchos aspectos, siendo más fáciles de mantener y cuidar.

 

Revestimientos especiales para niños

Podemos aconsejar, en la inmensa mayoría de casos en los que los niños sean protagonistas, el huir de tarima durante sus primeros años de vida así como del terrazo o los mármoles puros. También sería interesante escoger materiales poco porosos para evitar la absorción de fluidos.

En el aspecto de los vertidos y de la limpieza en general, que será más acusada, un buen consejo sería optar por revestimientos sin juntas, mucho más fáciles de limpiar. Así, podemos dar opciones muy adecuadas como el vinilo compacto, la tarima vinílica de PVC, los suelos de linóleo o la moqueta residencial (aunque esta última hay que limpiarla con esmero).

Si se va a hacer reforma, por supuesto, terminamos aconsejando incorporar una zona para los niños con un revestimiento especial para ellos que incorpore materiales como el corcho y la loseta de caucho. Ésta última se puede colocar tanto en interior como en exterior, de manera que siempre es una apuesta segura.